A menudo, la
historia de una nación se teje con hilos invisibles que conectan a sus
personajes más destacados, revelando lazos familiares que van mucho más allá de
las crónicas oficiales. En el caso de Venezuela, un recuento genealógico nos
lleva a un fascinante descubrimiento: la conexión familiar entre el ilustre
médico y escritor Vicente Dávila Pico y el controvertido presidente CiprianoCastro Ruiz.
Para entender
esta relación, debemos remontarnos a la figura de Bernarda Castro, una
mujer que, con sus uniones, se convierte en el punto de origen de estas dos
ramas familiares. De su primer matrimonio con Antonio Pernía, nació Florentina
Pernía Castro, quien a su vez se casaría con Ramón Pico. Esta pareja daría
vida a Inés Pico Pernía, madre de Vicente Dávila.
Por otro lado,
de la relación de Bernarda Castro con Melecio Contreras, nacería José del
Carmen Castro, padre del mismísimo Cipriano Castro, el militar que se
levantó en la Revolución Liberal Restauradora y llegó a la presidencia en 1899,
impulsando su lema de "Nuevos hombres, nuevos ideales".
Así, la madre de
Vicente Dávila, Inés Pico Pernía, y el presidente Cipriano Castro, son primos
hermanos. Esto convierte a Dávila Pico en primo segundo de Castro. Si bien Vicente
Dávila Pico (1874-1949) es más recordado por su legado intelectual y sus
contribuciones a la historiografía y la medicina venezolana, su vida estuvo
entrelazada, aunque de forma distante, con la de su célebre pariente.
Entender la
historia de un pueblo es, en esencia, descubrir la fama de sus pobladores. Y en
este caso, la conexión entre estos dos hombres revela cómo los destinos de una
familia pueden bifurcarse y converger en diferentes páginas de la historia
venezolana.
Solo con la historia narrada de un pueblo, se conseguirá la fama de sus pobladores.
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