Ir al contenido principal

El 5y6 : Vínculo y herencia cultural.

 


Este domingo, como tantos otros, se me dibuja en la mente una escena que regresa con ternura inquebrantable: un recuerdo entrañable de un lazo forjado en rituales compartidos, análisis minuciosos y una pasión que iba mucho más allá del simple azar: el amor por las carreras de caballos.

Vuelvo a aquella tarde precisa: son la una en punto, en la casa de mis padres en la Unidad Vecinal, el televisor sintonizado en Venezolana de Televisión. El “juego de las mayorías” marca el inicio del 5y6, acompañado por ese zumbido leve de expectativa que impregnaba el ambiente del hogar. A mi lado, mi padre, Guzmán Jauregui, firme y sereno, con la Gaceta Hípica abierta sobre la mesa. Bolígrafos a mano, listos para tachar, subrayar, debatir.

 


Pero el ritual comenzaba antes, el día sábado. Lo acompañaba a sellar el cuadro de caballos, ya fuera en la calle 4 con carrera 6 de La Concordia o en ¨La Empalizada¨ de la 19 de Abril de San Cristóbal—lugares donde la emoción se volvía palpable. Aquellos momentos no eran simplemente apuestas: eran instantes de estrategia compartida. Estudiábamos. Observábamos. Intentábamos descifrar el alma del trinomio caballo–jinete–entrenador.


Analizábamos el peso del ejemplar, los tiempos anteriores, la distancia a recorrer, la posición de partida—variables que convertían esa revista en un compendio casi científico. Había en todo ello una elegancia peculiar: una danza matemática con aroma criollo y tinta fresca.


Y claro, el corazón se aceleraba con los duelos legendarios: Tovar, con su aplomo majestuoso; Douglas Valiente, vibrante en su garra; Parra y su empuje arrollador; y el ya en fase de retiro, BalsaminoMoreira, cuya silueta aún flotaba en la memoria colectiva como un eco de otra era. En el hipódromo de La Rinconada, cada carrera era mucho más que una competencia: era un capítulo vivo de nuestra narrativa nacional.

Hoy comprendo que este recuerdo no es solo una postal del pasado. Es una cápsula de tiempo que entrelaza padre e hijo, tradición y táctica, emoción popular y pensamiento meticuloso. Hoy sé que el hipismo no era solo un juego: era parte de mi herencia cultural.

Solo con la historia relatada de un pueblo, se obtiene la fama de sus pobladores.

Ing. Robny Jauregui

Comentarios

  1. Ing. Miguel Zambrano: Mozo.....Buenos dias...recuerdo al primer sellado que existió en Mérida, se conocía como el cafetín del 5 y 6 de la plaza Bolívar......los sábados en la tarde era todo un espectáculo o ceremonia ver a los estudiosos de la gaceta hípica estudiar sus páginas llenas de números...algo que más tarde aprendí eran estadísticas....con el tiempo conocí de cerca a esas lumbreras que eran todos unos intelectuales a la hora de desmenuzar la información con todas sus variables: caballo y flia, preparador, jinete, stud, tiempos, puesto de salida, carreras ganadas .... convirtiéndose en todos unos oraculos.....mis primeros pines, pocos y espaciados, era sellar cuadros de 4 Bs, en sociedad incorporando la mayor cantidad de llaves, por aquello de más caballos mayores posibilidades, fueran o no favoritos o burros.....en la vena del venezolano corría sangre hípica, era una religión o secta...!!!

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

El Volkswagen: Un carro con olor a café tachirense.

  Hablar del café del Táchira es hablar de la casa Steinvorth. Ubicada en la esquina de la carrera 6 con calle 8, frente a la plaza Bolívar de San Cristóbal. Una casona que viene de 1891, construida durante la administración de Werner Steinvorth Ulex, para la época socio en la Casa comercial Christian Andresen Möller . La casa Steinvorth de San Cristóbal En San Cristóbal florecieron las casas alemanas, entre ellas además de la casa Steinvorth, se desarrolló la Casa Van Dissel (antigua August Lincke, luego La Botica Alemana y más tarde Van Dissel Thies; hasta hace poco Casa Serizawa en la carrera 6 entre calles 7 y 8), la Casa Breuer Möller (Actual Centro profesional Uribante en la carrera 5 entre calles 5 y 6) y la Casa Andressen Möller (Actual casa Steinvorth en la carrera 6 entre calles 8 y 9). Estos señores alemanes fueron muy importantes para la economía regional porque eran quienes le daban dinero a crédito a los campesinos para que produjeran café. Era un juego de ca...

Rubio: desde el quintal de café al barril de petróleo

  Rubio es una ciudad venezolana del estado Táchira la cual es capital del municipio de Junín. El 9 de diciembre de 1794, Gervasio Rubio Vargas, oriundo de San Antonio del Táchira, adquirió las tierras del Valle de Cania por 3,000 pesos (equivalentes a 350,000 dólares en 2024). Compró una hacienda llamada "La Yeguera", que pertenecía a Miguel Antonio Omaña Rivadeneyra, tío abuelo de su esposa, María Bárbara Maldonado Omaña Santander. Así, fundó el poblado de Rubio. Don. Gervasio Rubio  En 1797, Don Gervasio decidió sembrar café, un cultivo traído de Mérida, que con el tiempo se convirtió en el principal producto de Rubio. Entre las principales haciendas destacaban: La Arabia, La Quiracha, Bolivia, Miraflores, Paraguay, La Florida, La Vega de la Pipa, Bramón, El Jagual y La Granja. A mediados del siglo XIX, las empresas alemanas comercializadoras de café se instalaron en el Táchira, como la Casa Steinvorth , la Casa Van Dissel, la Casa Breuer Möller & Co. y la ...

Un hasta pronto, Sra Maria Elena Curiel de Branger.

  Hoy compartimos una vivencia personal desde este espacio, EL FILOCLYOSO, que refleja perfectamente la tarea de resaltar las historias que unen y hermanan al estado Táchira y al estado Falcón en Venezuela. Reflexionamos sobre la vida de la Ing eniero civil María Elena Curiel de Branger , graduada en la Universidad Central de Venezuela (UCV), quien partió a la vida eterna el pasado 19 de diciembre de 2024, una fecha de trascendencia histórica para los tachirenses, pues simboliza la toma del poder de Juan Vicente GómezChacón en 1908. Hablar de la Sra. María Elena Curiel es referirse a una familia de gran laboriosidad y alto valor profesional, cultivado desde el siglo XIX en la sociedad falconiana: Los Curiel. Descendientes de Joseph Curiel Suárez ( Curazao,1796- Coro,1886) y su esposa Déborah Levy Maduro López-Fonseca, quienes llegaron a la ciudad de Coro procedentes de Curazao. Joseph Curiel es considerado el fundador del cementerio judío de Coro , al dar sepultura a su hi...